
M.Carolina García A.
Este verano era más frío que los habituales, el sol alumbraba como de costumbre, sin embargo la temperatura no había superado en ningún día los 25ºC. Eso no alcanzaba a molestar verdaderamente a Isabel, eran otras sus preocupaciones, aquel hombre que la había visitado el verano pasado no había vuelto, y en la necesidad de culpar a alguien o a algo había tomado el clima como excusa.La joven se detiene, como todos los días a mirar el termómetro. Lo mira, mira el reloj y anota.
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