Como aquel que sale del clóset a exponer su sexualidad, nuestra realidad se devela ante todos y se muestra en toda su crudeza y desenfado, provocando incredulidad y asombro.
Se entiende que se hace necesario, como tantas otras veces, un tiempo de acomodo y adaptación. Pero también se sabe que se requiere usar el dramatismo y sentido de urgencia que todo cambio pide y exige.
No hay comentarios:
Publicar un comentario