El Corredor tiene un segundo título, una especie de bajada, “La historia mínima de Erwin Valdebenito”. El filme cierra con la dedicatoria “a todos los que viven en la frontera de la pasión”.
La historia de Erwin Valdebenito no es mínima, mínima es la voluntad del relato de Leighton, su comprensión dramática del personaje, su intención narrativa, minimalista.
La descripción que hace el documental de sus corridas diarias de 22 kms. desde su casa en San Bernardo hasta su trabajo en una sucursal del INP en Bandera con Compañía; de los 133 kmts de la “Ultramaratón Santiago-Viña del Mar”, que corre y gana varias veces; de los 203 kmts que cubre en una carrera de 24 horas en EE.UU., donde obtiene el segundo lugar; refutan la comprensión de ese “mínimo” como “pequeño” o “insignificante”. ......................
La historia de Erwin Valdebenito no es mínima, mínima es la voluntad del relato de Leighton, su comprensión dramática del personaje, su intención narrativa, minimalista.
La descripción que hace el documental de sus corridas diarias de 22 kms. desde su casa en San Bernardo hasta su trabajo en una sucursal del INP en Bandera con Compañía; de los 133 kmts de la “Ultramaratón Santiago-Viña del Mar”, que corre y gana varias veces; de los 203 kmts que cubre en una carrera de 24 horas en EE.UU., donde obtiene el segundo lugar; refutan la comprensión de ese “mínimo” como “pequeño” o “insignificante”. ......................
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